LA CLAVE ESTA EN LA POESIA
DEVOCIONES. POESIA REUNIDA. MARY OLIVER.
PRHGE. LUMEN 144 PAGS.


Se publica Devociones. Poesía reunida, la antología esencial de una de las poetas más relevantes de la literatura estadounidense contemporánea, ganadora del Premio Pulitzer y del National Book Award. A lo largo de una carrera celebrada y extensa, Mary Oliver ha logrado emocionar y transformar a generaciones de lectores. Desde la publicación de su primer poemario, No Voyage and Other Poems, en 1963, cuando tenía apenas veintiocho años, Oliver consolidó una obra imprescindible para quienes buscan en la poesía un refugio y una guía espiritual en estos tiempos convulsos. Su poesía, íntima y cercana, esquiva con elegancia el exceso de subjetividad para centrarse en el mundo que nos rodea, invitando al lector a contemplar con asombro lo que suele pasar desapercibido.
La suya es una poética de la atención radical. Sin adscribirse a ninguna doctrina religiosa concreta, los poemas de Oliver destilan una espiritualidad profunda, libre de dogmas, que va calando poco a poco en el lector. Su obra abre una puerta a la naturaleza como espacio de revelación, apartando el ruido humano y sugiriendo una forma de estar en el mundo basada en la contemplación y la pausa.
A lo largo de su célebre carrera, Mary Oliver ha conmovido a innumerables lectores con sus versos de brillante factura, en los que despliega su amor por el mundo físico y los poderosos lazos que unen a todos los seres vivos.
Cuidadosamente seleccionados por ella misma, estos más de doscientos poemas recogen lo mejor de su trayectoria de más de cinco décadas, desde su primer libro de poesía, No Voyage and Other Poems, publicado en 1963 a los veintiocho años, hasta su último poemario, Felicity , publicado en 2015. Una antología definitiva que nos ofrece una extraordinaria muestra de sus apasionadas, perspicaces y muy apreciadas observaciones del mundo natural.
Los poemas de Oliver no son nunca evidentes ni militantes en ninguna diferencia ideológica, social o
Hace patente en sus poemas que el cuerpo, antes que la inteligencia o el espíritu, el principal receptor de la vida. Los poemas de Mary Oliver están poblados de todo tipo de plantas, árboles, flores, tubérculos, pájaros, serpientes, roedores, peces, minerales, tormentas, fenómenos lumínicos, descritos siempre con una extraordinaria precisión casi científica. Pero la relación que la autora establece con ese cosmos sino más bien de fusión, hasta el punto de que la contemplación absoluta permite suspender las tradicionales búsquedas de sentido y finalidad que suelen gobernar los ejercicios intelectuales.
Para ella, la escritura es una forma de acceso al infinito que está más allá de la conciencia humana, una oportunidad para trascender los límitesde la propia inteligencia –los imperativos de la razón–, y ver nuestra existencia, al modo spinozista.
La vida de Mary Oliver (Maple Heights, Ohio- Estados Unidos- 1935- Hobe Sound, Florida, Estados Unidos- 2019) puede resumirse con las pocas pinceladas que ella misma ofreció en las escasas entrevistas que concedió.
Perteneció a una familia «disfuncional» y sufrió de niña abusos sexuales que no logró superar hasta muy tarde, ya en la vejez. En la década de 1950, asistió a la Universidad Estatal de Ohio y al Vassar College, aunque sin llegar a graduarse. Publicó su primer libro de poesía en 1963, a los veintiocho años. Vivio en Provincetown (Massachusetts), paisaje habitual en la obra de la poeta. Oliver dio clases en distintas universidades e instituciones. En la década de 1980 empezó a ser reconocida, ganando primero el Pulitzer y luego el National Book Award.
A lo largo de su dilatada carrera recibió numerosos galardones. Su cuarto libro, American Primitive, ganó el Premio Pulitzer de Poesía en 1984. Dirigió talleres y realizó residencias en varios colegios y universidades, incluido el Bennington College, donde ocupó la Cátedra Catharine Osgood Foster de Enseñanza Distinguida.
El viaje
Un día por fin supiste
lo que tenías que hacer, y empezaste
a pesar de las voces
y los malos consejos
a tu alrededor —
a pesar de que toda la casa
empezó a temblar y sentiste
aquel antiguo tirón
en los tobillos.
"¡Arreglá mi vida!"
gritaba cada una de las voces.
Pero no te detuviste.
Sabías lo que tenías que hacer
aunque el viento hurgara
con sus dedos rígidos
en tus cimientos —
aunque su melancolía
fuera terrible.
Ya era bastante tarde
una noche salvaje
y el camino estaba lleno de ramas
caídas, y de piedras.
Pero de a poco
mientras dejabas atrás las voces
las estrellas empezaron a arder
a través de la tela de las nubes
y una nueva voz apareció
y lentamente
la reconociste como propia
y te hizo compañía
mientras caminabas con pasos largos
más y más adentro
del mundo
decidida a hacer
lo único que podías hacer —
decidida a salvar
la única vida que podías.
Y SOBRE EL ANCLA UNA ESTRELLA. RAFAEL ALBERTI.
ESPASA. 264 PAGS.


Se cumplen cien años de la publicación de Marinero en tierra (1925) —libro por el cual el jovencísimo Rafael Alberti recibió el Premio Nacional de Literatura en 1924—, uno de los hitos fundamentales de la Generación del 27, a dos años de la celebración del centenario de la misma.
Se reúnen en esta compilación Y sobre el ancla una estrella, la versión inicial de Marinero en tierra, publicado en 1925, y el último poemario de Alberti, casi desconocido, Canciones para Altair, de 1989, que incluye poemas de amor inéditos dedicados a su esposa, María Asunción Mateo.
Esta obra incluye dibujos inéditos y reproducciones de poemas manuscritos.
La nostalgia del mar es el eje, indisoluble, de Marinero en tierra, el primer poemario de Rafael Alberti. («Si mi voz muriera en tierra, / llevadla al nivel del mar / y dejadla en la ribera»). Muchos autores vieron en él no solo el lamento por la lejanía del paisaje de su niñez, sino también el anuncio del exilio y del futuro dolor de la vida. En todo caso, este notable primer libro de Rafael Alberti, un hito en nuestra historia poética, supone el regreso a la infancia. la frescura y la ligereza de aquellos espacios marítimos, bajo la idealización del recuerdo, como un origen mítico. Aquí el mar siempre es benéfico, luminoso.
En lo que se refiere su escritura, supone una clara combinación de tradición -Alberti domina los recursos del cancionero tradicional español— y modernidad, en la que se alternan versos endecasílabos y alejandrinos con otros de arte menor, juegos verbales tanto clásicos como experimentales, y las más sorprendentes metáforas.
Y si el amor a sus orígenes en la mar luminosa, a la plenitud de la naturaleza bulliciosa del Puerto de Santa María supone el inicio de su trayectoria, el amor pasión a una mujer que se manifiesta rotundamente en Canciones para Altair, editado en 1989, pone el broche de oro en ese mismo lugar cargado de recuerdos a una vida rica en experiencias, en responsabilidad ética y política, en amores apasionados. Se trata de veinticinco poemas divididos en tres partes: una primera, aborda el descenso de Altair de las cumbres celestiales; la segunda, se centra en su estancia en la tierra en amorosa relación con el amado; y, la tercera, plantea su partida a la constelación de nuevo. Estamos ante la celebración postrera de la vida de un hombre con un acendrado lirismo que entronca con el Cantar de los cantares en su deslumbramiento amoroso.
Rafael Alberti (El Puerto de Santa María, Cádiz- 1902-1999) obtuvo el Premio Nacional de Literatura con su primer libro de poesía, Marinero en tierra (1925). Entre su extensa obra poética cabe destacar Cal y canto (1927), Sobre los ángeles (1928), Sermones y moradas (1930), Entre el clavel y la espada (1941), Retornos de lo vivo lejano (1945), A la pintura (1948), Roma, peligro para caminantes (1968), Desprecio y maravilla (1972), Fustigada luz (1980), Versos sueltos de cada día (1982) y Canciones para Altair (1989). Autor de los tres volúmenes de memorias titulados La arboleda perdida (1959, 1987 y 1996), así como de Imagen primera de… (Seix Barral, 1999), Prosas encontradas (edición aumentada, Seix Barral, 2000) y de numerosas obras teatrales. Recibió el Premio Cervantes en 1983.
Sueño del marinero
Yo, marinero, en la ribera mía,
posada sobre un cano y dulce río
que da su brazo a un mar de Andalucía,
sueño en ser almirante de navío,
para partir el lomo de los mares
al sol ardiente y a la luna fría.
¡Oh los yelos del sur! ¡Oh las polares
islas del norte! ¡Blanca primavera,
desnuda y yerta sobre los glaciares,
cuerpo de roca y alma de vidriera!
¡Oh estío tropical, rojo, abrasado,
bajo el plumero azul de la palmera!
Mi sueño, por el mar condecorado,
va sobre su bajel, firme, seguro,
de una verde sirena enamorado,
concha del agua allá en su seno oscuro.
¡Arrójame a las ondas, marinero:
-Sirenita del mar, yo te conjuro!
Sal de tu gruta, que adorarte quiero,
sal de tu gruta, virgen sembradora,
a sembrarme en el pecho tu lucero.
Ya está flotando el cuerpo de la aurora
en la bandeja azul del océano
y la cara del cielo se colora
de carmín. Deja el vidrio de tu mano
disuelto en la alba urna de mi frente,
alga de nácar, cantadora en vano
bajo el vergel añil de la corriente.
¡Gélidos desposorios submarinos
con el ángel barquero del relente
y la luna del agua por padrinos!
El mar, la tierra, el aire, mi sirena,
surcaré atado a los cabellos finos
y verdes de tu álgida melena.
Mis gallardetes blancos enarbola,
¡oh marinero!, ante la aurora llena
¡y ruede por el mar tu caracola!
Marinero en tierra. Y sobre el ancla una estrella. Rafael Alberti. Espasa. 2025
POESIA COMPLETA. JULIO CORTAZAR.
PRHGE. ALFAGUARA. 824 PAGS.


La producción poética Julio Cortázar, uno de los autores fundamentales de la literatura contemporánea en español, escritor admirado y querido por lectores de sucesivas generaciones, es, tal vez, lo menos transitado de su obra. Sin embargo, la poesía fue siempre esencial para él. Escrita desde la máxima libertad y desde los márgenes y con una gran conciencia de la importancia del lenguaje, explora algunas zonas invisibles de la realidad. Está alejada de cualquier tópico y une conceptos tan solo aparentemente contradictorios: historia y utopía, afán comunicativo y experimentación, contemplación y compromiso, sensibilidad y rebeldía...
Este volumen, al cuidado de Andreu Jaume, incluye toda la poesía del autor publicada hasta el momento, a la que se une una sección de poemas inéditos encontrados en el Fondo Daniel Devoto y María Beatriz Valle-Inclán depositado en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid.
Como afirma Andreu Jaume en la nota introductoria, "el lector tiene en las manos la compilación más completa que se ha podido hacer hasta la fecha de la poesía de un escritor que ya en 1969 se consideraba "un viejo poeta" —Cortázar no firmaría un poemario hasta 1971—, aunque hasta entonces hubiera llevado en secreto esa otra faceta de su imaginación que ilumina como un fuego oculto la riqueza de sus conocidas ficciones".
Cortazar transmite las emociones más simples (y más grandes al mismo tiempo) del ser humano corriente, con las "palabras-expresiones cortazar" como instrumento claro o surrealista pero siempre maravilloso para llegar al lector y hacerle partícipe de la realidad más feliz y más cruenta, del amor y del desamor... un poeta héroe con el verso como única arma.
El inmortal Julio Cortázar (Ixelles,Bruselas, Bélgica 1914 - Paris, Francia 1984), escritor y poeta, traductor, ensayista, observador... Junto a Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, fue uno de los exponentes centrales del boom latinoamericano.
En su biografía está parte de la raíz de su literatura. Algunos datos de una singladura enorme.(Visitar link-(*)
Hijo de padres argentinos. Su padre fue destinado a la Embajada de Argentina en Bélgica. Su familia se refugia en Suiza durante la Primera Guerra Mundial hasta 1918, que regresan a Buenos Aires (Argentina). Obtiene el título de maestro en 1932.
Se identifica con el Surrealismo a través del estudio de autores franceses. Sus obras se reconocen por su alto nivel intelectual y por su forma de tratar los sentimientos y las emociones. Fue un gran seguidor de Jorge Luis Borges.
En 1935 comienza la carrera de Filosofía y Letras, da clases y publica estudios de crítica literaria. De esta época es conocida su colección de sonetos Presencia (1938), que publica bajo el seudónimo de Julio Denis.
En los años cuarenta, por problemas políticos, tiene que abandonar su puesto de profesor en la universidad, y comienza la publicación de artículos y relatos en revistas literarias. Tras conseguir el título de traductor oficial de inglés y francés se traslada a París, donde trabaja como traductor de la UNESCO.
En 1951 comienza su exilio. Dedica su vida a viajar, pero reside principalmente en París. Las traducciones que realiza de Edgar Allan Poe (entre otros) influyen en su obra, como por ejemplo en su colección de relatos Bestiario (1951).
A pesar de haber realizado distintas publicaciones durante todos estos años, no se hace famoso hasta la publicación de Rayuela (1963), su obra maestra que refunda el género.
Cortázar destaca por sus misceláneas o del género "almanaque", donde mezcla narrativa, crónica, poesía y ensayo, como por ejemplo en La vuelta al día en ochenta mundos (1967) y 62, modelo para armar (1968).
El viaje que realiza a Cuba en los sesenta, le marca tanto que comienza su andadura política. Apoya a líderes políticos como Fidel Castro, Salvador Allende o Carlos Fonseca Amador. Forma parte del Tribunal Internacional Russell, que estudiaba las violaciones de Derechos Humanos en Hispanoamérica. En su Libro de Manuel (1973), queda reflejado su compromiso político.
En los años siguientes se destacan los poemas Pameos y meopas (1971), los relatos de Octaedro (1974) y Queremos tanto a Glenda (1980) o Un tal Lucas (1979) y Los autonautas de la cosmopista (1983) de su obra miscelánea. Éste último fue escrito en colaboración con su tercera y última esposa, Carol Dunlop. En 1984, recibe el Premio Konex de Honor en Argentina.
Poco antes de fallecer, publica su libro de poemas Salvo el crepúsculo (1984) y los artículos Argentina, años de alambradas culturales (1984).
En 1996, se publica póstumamente su ensayo Imagen de John Keats y en el 2009 aparece Papeles inesperados, una obra miscelánea encontrada por su primera esposa, Aurora Bernárdez.
(*)https://canal.march.es/es/podcast/biblioteca-julio
NOCTURNO
Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,
no sé si me querían y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una sangría exploratoria, lo batió alegremente en cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.
GUARDÉ EL ANOCHECER EN EL CAJÓN. HAN KANG.
PRHGE. LUMEN. 192 PAGS.

Han Kang se revela en Guardé el anochecer en el cajón como la gran poeta que alienta tras sus muy celebradas ficciones. El anochecer, ese espacio ambiguo entre dos luces, se convierte en el escenario en el que una voz dolida e inteligente nos habla de la soledad, la enfermedad, el encuentro entre muertos y vivos, la fuerza frágil de la palabra, la necesidad del arte. Sin conocer en detalle la anécdota que genera el poema, el lector ingresa sin embargo en un ámbito de inmediata y poderosa intimidad que acaba haciéndole partícipe de una especial trascendencia cotidiana.
Se trata de una poesía delicada, oscura, inquietante y tremendamente visceral, que pone el cuerpo y las emociones en su mismo centro. Como ha dicho la autora en The New Yorker, "el lenguaje es como una flecha que siempre falla el blanco por un margen estrecho y es también algo que transmite emociones y sensaciones que producen dolor".
Han Kang (Gwangju, Corea del Sur- 1970), una desconocida del gran público salta al panorama literario internacional a raíz de ser la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2024. Una enorme sorpresa, y una enorme sorpresa el poder acceder a su obra, que es la premiada.
Situándonos en su poesía, señalar que en 1993 comenzó su carrera literaria con el poema El invierno de Seúl, que se publicó en la revista Literatura y Sociedad. Reunió su poesía en el volumen Dejé la cena en la gaveta, publicado en 2013, y que permanece inédito fuera de Corea del Sur.
Hija del novelista Han Seung-won, empezó su carrera como novelista al ganar el concurso literario de primavera Seúl Shinmun en 1994. Su primera obra El amor en Yeosu se publicó en 1995.
Es autora de las novelas La vegetariana, Premio Booker Internacional 2016), La clase de griego, Actos humanos (Premio Manhae de Literatura de Corea y Premio Malaparte en Italia en 2017), Blanco (finalista del Premio Booker Internacional 2018) e Imposible decir adiós (Premio Médicis Extranjero 2023). Otros de sus libros: : El venado negro (1998), Tus frías manos (2002) y Pelea de aliento (2010),
Ha trabajado como profesora en el departamento de Escritura Creativa del Instituto de las Artes de Seúl hasta 2018 y en la actualidad se dedica por completo a la escritura. Su obra ha sido publicada en más de treinta idiomas.
El invierno a través de un espejo
1.
Mira la pupila de una llama.
Azulado
ojo
con forma de corazón
lo más caliente y brillante
aquello que la rodea
la llama interior naranja
lo que más parpadea
lo que rodea de nuevo
la llama externa semitransparente
mañana por la mañana, la mañana
que parto a la ciudad más alejada
esta mañana
el ojo azulado de una llama
mira más allá de mis ojos.
Guardé el anochecer en el cajón. Han Kang. Lumen. Barcelona 2024.